Era el partido. Teníamos que ganar para alcanzar el objetivo del ascenso a primera división de juveniles y HEMOS GANADO. 3-1. Con mucho sufrimiento como no podía ser de otra manera porque tuvimos que remontar un 0-1 pero también de la mejor manera posible, con tres goles en 30 minutos que resumen toda la capacidad de trabajo del equipo y su apuesta por el juego ofensivo, dinámico, intenso, vertical.
 
Les quiero decir que escribo esta crónica desde un componente muy emocional. Por lo tanto, es posible que la subjetividad personal esté presente mucha parte del texto. Como coordinador de fútbol del MONTESSORI PALAU GIRONA les aseguro que conseguir este ascenso con la categoría juvenil es muy complicado. De ahí el valor que se le debe dar. Y por encima de todo, sigo las promociones de equipos que nos siguen y veo que se van completando con niños y niñas con unas ganas enormes de competir al máximo nivel, estar a gusto y pasarlo bien.
 
¿Por qué era complicado el ascenso? Porqué nos hemos quedado solos en la apuesta por el valor formativo del deporte. Porqué los clubs confunden esta formación con no poder ganar y no la hacen. Porqué los clubs quieren ganar a toda costa y nosotros no. Porqué los clubs tratan a niños y niñas en edad de crecimiento como pequeños profesionales y se olvidan que tienen delante de ellos todo un abanico de posibilidades para hacerlos desarrollar una cultura deportiva que debería ser la base del futuro. Porqué nos llegan los clubs de alrededor y se llevan a jugadores formados en nuestras categorías y seguimos adelante. Porqué nosotros aceptamos a todos, a todos los que quieren probar y jugar al fútbol. Porque nosotros no hacemos divisiones por nivel, hacemos divisiones para crecer. Porqué nos queremos mucho el proceso y no tanto los resultados.
 
Y con todo esto cumplido, HEMOS SUBIDO. Esto es lo más difícil, cumplir todo lo que hemos escrito y luego salir en los campos y competir bien, tener los equipos preparados, entender de fútbol, ​​saber ganar y perder y conocer el CÓMO se trabaja el fútbol.
 
En este ascenso, antes que nada, quiero dar las gracias a los verdaderos protagonistas. LOS JUGADORES. 23 juveniles esta temporada. Cuando terminaron el partido con la victoria y todos se  abrazaron haciendo una piña, se nos ponía la piel de gallina. Me permito un gracias especial para todos los que han estado toda su trayectoria en el Montessori, por todo lo que han sufrido y perdido y por todo lo que tienen ahora. Son un ejemplo a seguir.
 
En segundo lugar, y espero que los padres me lo permitan, quiero dar las gracias a nuestro entrenador Paco Ruiz. Paco comenzó el proyecto hace tres temporadas y desde el principio tuvo claro que el trabajo era a largo plazo. Su gestión del grupo y su conocimiento profundo de lo que necesitaba el equipo en cada temporada ha hecho que consiguiera un grupo humano y deportivo increíble. En todos los sentidos. En comportamiento impecable en los partidos y los campos, con los rivales, el árbitro. Y por supuesto en sus ganas de ganar y de ir a buscar los partidos. Esto es el deporte.
 
En tercer lugar, quiero dar las gracias a los padres de los jugadores. Algunos de ustedes hace muchas temporadas que les conocemos y ya saben cómo funciona nuestra estructura de club y de fútbol. Esperamos poder seguir mejorando pero les quiero dar las gracias por confiar en nosotros y en nuestros entrenadores, y por seguirnos durante años tan difíciles de derrotas como pasamos. Aquí estamos, aquí hemos llegado, y recordar este final de trayectoria en el Colegio con este ascenso de Juveniles es para sentirse orgullosos de sus hijos.
 
En cuarto lugar, no puedo dejar de dar las gracias al equipo de entrenadores que tenemos MONTESSORI PALAU GIRONA. Por todo el trabajo que está haciendo que aporta un valor muy grande en el Colegio y los jugadores en su proceso formativo.
 
En quinto lugar, las gracias al Club, a su coordinadora general y presidenta para dejarnos trabajar tranquilos y confiar en nuestras posibilidades.
 
Repito. HEMOS SUBIDO A PRIMERA DIVISIÓN DE JUVENILES. Hemos hecho historia.
He aquí nuestros héroes.
 
Miquel Oró Casanovas